miércoles, 16 de junio de 2010

Confianza


De esta forma, habrá una evolución que irá desde la ausencia total de movimientos voluntarios a una progresiva autonomía que logrará con la adquisición de la marcha:
- descubrirá el volteo (la capacidad de darse la vuelta por sí mismo, pasando del boca-arriba al boca-abajo y viceversa)
- el tono de los músculos de su cuello se irán fortaleciendo, así como sus glúteos y sus lumbares.

Ello va encaminado a permitirle la sedestación (inicialmente con apoyo, para pasar a mantenerse sentado sin ayuda).


- la sedestación le permitirá mejorar la manipulación con las manos; y la vista y el oido irán quitando protagonismo a la boca como medio de exploración de las características de las cosas.
- sus sentidos van a ir madurando con sus experiencias.
- irá descubriendo partes de su cuerpo: manos, pies,...
- tras el volteo, descubrirá la posibilidad de "arrastrarse": primero circularmente (girando sobre su abdomen) y luego reptando.


- la mano va a ir logrando el agarrado de los objetos, lo cual le permitirá manipularlos.
- empezará a reconocer rostros conocidos y reaccionará con lloros frente a los extraños.
- alrededor del último trimestre, se iniciará en el gateo, para acabar en la bipedestación alrededor del año.

El bebé irá expresando sus necesidades mediante gestos, actitudes y contactos visuales que provocarán reacciones en su entorno, dándose así un intercambio afectivo con los demás.


Sus emociones irán cambiando y se irán diversificando, así como la expresión de éstas sobre el cuerpo (a través del tono muscular y de la tensión). El lenguaje del cuerpo será, pues, su primer lenguaje. Estas necesidades deberán ser atendidas, sin adelantar ni retrasar demasiado su satisfacción, cuidando a la vez la relación afectiva con el niño (acariciándole, hablándole,...).

Cuando hablamos de sus necesidades nos referimos no sólo a las biológicas, sino también y principalmente a las psíquicas, las afectivas, a las de sentirse querido.

De aquí, surgirán las bases de su sentimiento de seguridad y de su futura capacidad de amar; sólo será capaz de amar desinteresadamente, si él también se ha sentido amado, y no sólo cuidado.


A lo largo de este primer año, se producirá la adquisición del lenguaje:
- sobre los 2-3 meses, se observa un aumento en la calidad y variedad de las vocalizaciones, dando lugar al balbuceo.
- a lo largo de la segunda mitad de este año, el bebé irá dejando de utilizar ciertos sonidos, para centrarse en pronunciar aquellos que pertenecen a la lengua de su entorno.
- alrededor del año (hablamos en términos medios) se producirá la emisión de la 1ª palabra.
El organismo va a ir madurando en todos sus aspectos, y junto con la acción del medio va a hacer que el bebé vaya evolucionando.

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